Mucha verdad

Al teléfono.

'- Hola, sí. No, no me pasa nada. En serio, nada es nada. Te lo juro. Si, si, si. Estoy barbara. Una seda. ¿Tengo rara la voz? No, no, la estás flasheando. Te juro que ni me importa que no hayamos hablado hace 6 días, 4 horas y 15 minutos. No te preocupes, puedo vivir sin vos. ¿Si estoy segura? ¿Qué te pensás que sos, flaco? Obvio, no soy nada dependiente. Ni me acordé de vos, posta. Encima, tuve una semana genial. Ah, ¿vos también? ¿Querés que te cuente cómo me fue a mí? Bueno, salí todos las noches. Sí, todas. Y siempre me encontré un chabón diferente. Ajám, re copados, uno más lindo que otro. ¡Nada que ver, no te estoy queriendo dar celos! Bueno, en fin. Una semana espectácular. ¿Vos, qué onda? ¿Estuviste con alguna chica? Ah, bueno, me re alegro por vos. Si, estoy re feliz, te juro. Se me escapa la sonrisa de la cara. Me encanta que andes con pibas. Obvio, no lo digo irónicamente, nada que ver... Ah, ¿me preguntás por qué te llamo a las 3 de la mañana? No es porque te extrañaba, eh. Lo que pasa es que tenía ganas de hablar con alguien, y bueno, justo dio la casualidad que te encontré a vos primero en la lista de contactos. Claro, es raro que me hayas aparecido primero porque tu nombre es uno de los últimos siempre... pero bueno, son esas casualidades. Y bueno, nada. ¿Querías dormir? Ah, sí, sí, te dejo tranquilo. Total ya me estaba aburriendo. Bueno, chau. ¿Me querés? Ah, qué bueno. Me alegro. Nos vemos, cuidate...'

Corté el teléfono. Me quedé mirandolo casi quince minutos, reproduciendo mentalmente su voz y analizando cada una de sus palabras. ¿Quedé como una tonta? ¿Demasiado obvia? Se debe estar riendo de mí ahora. El silencio de la habitación me dice que lo llame de nuevo. ¿Decirle la verdad? Nunca. ¿No se da cuenta de que lo necesito, que pasé una semana horrible, que no conocí ningún chico porque sólo me interesa él, que lo llamé porque moría si seguía sin escucharle la voz...? Se lo dije muy clarito. Si él no me presta atención, problema de él.